LAU BIDALDI LEHENALDIRA
Esaten
dute gure lehenengo aberria haurtzaroa dela. Haurtzaroan bizi izandakoa askotan
islatzen dugu gure oroimenean; ziur aski idealizazio eta errealitatearen arteko
oroitzapenak dira. 2015eko udan nire lehenengo
aberrira egindako lau bidaien berri utziko ditut hemen. Denboran atzera
bidaiatzeko bi euskarri mota erabili nituen: bat-batean berraurkitutako hiru
argazki zaharrak, eta haurtzaroan praktikatzen genuen joko baten errepikapena;
azken hau egungo herriko haurrekin, gu ere haurrak izango bagina.
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CUATRO VIAJES AL PASADO
Dicen que la infancia es nuestra primera patria. A menudo se reproduce en nuestros recuerdos lo que vivimos en la infancia; seguramente se trata de recuerdos que están entre la idealización y la realidad. Voy a dejar aquí noticia de cuatro viajes que el verano de 2015 hice a mi primera patria. Para viajar hacia atrás en el tiempo utilicé dos tipos de recursos: tres viejas fotografías recuperadas de sopetón, y la repetición de juegos practicados en la infancia; esto último con niños del pueblo, y como si nosotros también lo fuéramos.
1 - LENDOÑO DE ABAJO. DOCUMENTAL DE UN SOLO FOTOGRAMA
Hemen argitalpen orijinala irakur daiteke:
Se suele decir que las fotografías congelan un momento. No es
verdad; las fotos nos muestran mucho más de lo físicamente recogido en
cualquiera que sea su soporte (papel, digital u otro); por lo menos si los ojos
que miran tienen alguna vinculación con la imagen. Eso es lo que pasa en esta
foto redescubierta por una vecina de Uría: todas las personas de Lendoño de más
de cincuenta años pueden ver aquí una historia de más de siglo y medio, o más;
también si son más jóvenes, si la transmisión, sobre todo oral, no se rompe.
Esta foto está sacada desde el barrio de Uría, en Lendoño de
Abajo; lo que vemos más cerca es el barrio Elizalde y más atrás, a la derecha,
el de Poza; más lejos, debajo del Tologorri, Lendoño de Arriba. ¿Cuántos años
tiene esta fotografía? Seguro que hay métodos más fiables para saberlo, pero
yo, para acercarme a la respuesta, me voy a fijar en lo que se ve en la imagen
y en lo que he oído y vivido. (Para ver las fotos más grandes, clica encima de ellas)
El paisaje ha cambiado. Para poder comparar el de la antigua fotografía con el actual adjunto aquí la foto antigua y otra sacada el 25/08/2022, con números para identificar los cambios.
Las casas
Al primer golpe de vista vemos el Lendoño actual, pero a quienes conocemos el pueblo, inmediatamente nos sorprende la casa de la izquierda. Era la Casa cural(1), que ya no existe. Durante la Guerra Civil estaba desocupada; la convirtieron en polvorín y, más tarde, acabó quemándose. Se aprecia bien la huerta que tenía, rodeada por una pared; para nosotros era la Huerta cural, hasta que en 1984 llegó la concentración parcelaria. Otra casa que desapareció es la primera que se ve en Poza: la Casa Chaves(2). Mi madre nació en 1925 y no la conoció, pero al campo cerrado que se ve delante le llamaba Campo Chaves.
Otro caserío que se ve en el barrio Elizalde también se arruinó del todo(3), es el que está detrás de la casa que más cerca vemos(4). Hoy hay una vivienda nueva en el mismo lugar; aquí, de una manera u otra, se ha mantenido la silueta del pueblo.
La casa torre,
que para nosotros fue escuela
La construcción que está adosada a la iglesia(5) fue escuela para todas las personas de Lendoño que hoy tienen más de cincuenta años. Es una antigua casa torre* construida en el siglo XIII o XIV. A lo largo de la historia ha sido casa torre, humilladero, sede del concejo, y escuela; cumplió con esta última función entre 1825 y 1972. En 2003 se celebró la inauguración de su rehabilitación; hoy es una elegante sede para el concejo de Lendoño de Abajo.
A la derecha de la casa torre se ve un pequeño espacio rodeado por una pared, también desaparecido; era el antiguo cementerio(6). Durante nuestra época escolar no había puerta para entrar, pero a menudo saltábamos dentro cuando jugábamos al escondite. Si encontrábamos huesos, los tocábamos; alguna vez habíamos oído que frotando los huesos de los muertos éstos se convertían en oro. Que yo sepa nadie de los que andábamos en la escuela se ha hecho rico, si no es en años.
Hornos de pan(7)
En el barrio Elizalde se ven cuatro hornos, son las pequeñas construcciones con tejado que hay cerca de los caseríos o adheridas a ellos; hoy no queda ninguno. El de la casa cural está entre la casa y la iglesia; las personas de más edad de Lendoño (con más de 90 años) no lo recuerdan. Los otros tres desaparecieron con la rehabilitación de los caseríos; para la década de los 80 del siglo XX no quedaba ninguno. El último que se utilizó fue el del caserío que hay a la derecha. En ese caserío se ven tres construcciones: la casa más grande, al lado otra de dimensiones mucho más reducidas ―la casa vieja―, y a la derecha de esta una construcción mucho más pequeña; ese era el horno de pan. En 1972 se recogió la última cosecha de trigo en Lendoño de Abajo, y fue en este caserío, por tanto ese año y el siguiente fueron los últimos en los que se utilizó el horno.
El caserío que hay detrás de la casa que más cerca vemos, tiene el horno a la derecha. Éste, además de la función de horno de pan, hizo de escuela durante algún tiempo. El actual vecindario de Lendoño no lo recuerda, pero mi ama decía que ahí dio escuela un maestro faneguero, que ella no conoció. El salario de aquellos maestros no lo pagaba el gobierno, parece que lo pagaban los pueblos o los vecinos de los pueblos.
En el barrio Elizalde se pueden ver otros dos elementos que desaparecieron. El pequeño espacio rodeado de pared y losas que se ve delante del caserío de la derecha; se llamaba el Abejal(8) (sic), aunque las personas de mi edad no hayamos visto abejas ahí. El otro es la Huerta del maestro(9); está debajo de la huerta de la Casa cural, y solo se ve un trozo de pared. Hoy están ahí la nueva bolera y el txoko del pueblo, recién construidos.
Árboles
Me voy a fijar en tres árboles, dos de ellos están en la foto, el tercero solo en mi memoria. Los dos primeros se ven delante de la iglesia, uno cerca del campanario(10) y el otro casi tapado(11) por el caserío que vemos más cerca; entre los dos había una bolera. Son encinas, relativamente jóvenes. Cuando empecé a ir a la escuela, en los primeros años de la década de los 60 del siglo XX, utilizábamos la encina de la izquierda como escondite. El tronco parecía ya muy viejo; algunos se escondían en un gran hueco que había en él; otros nos subíamos a las ramas, que entonces llegaban hasta el cementerio viejo. En 1968 llegó una nueva maestra a Lendoño. Las encinas tapaban la ventana de la cocina de la escuela, que estaba sobre el cementerio mencionado, y la maestra quería mejores vistas. El alcalde de entonces no era joven, ya no tenía hijos en edad escolar, pero era enamoradizo, y para ver bien a la maestra cuando ésta fregaba, decidió tirar las encinas.
El tercer árbol era un nogal(12). En la foto no se ve, y hoy no queda rastro de él. Estaba delante del caserío que se ve a la derecha de la foto. Cuando se hizo la foto todavía no se había plantado. Después creció hasta hacerse viejo. Lo talaron en 1969 o 1970, y con sus raíces hicieron una bola grande para una bolera de Laudio.
Las encinas pueden vivir varios siglos, los nogales también pueden contar siglos. Con estos datos, y con todos los facilitados más arriba, ¿podemos acercarnos a la edad de la fotografía?
Jose Mari Gutiérrez Angulo
2015ko abuztua
*No todos los expertos están de acuerdo; para unos fue casa torre, pero algunos creen que desde su origen tuvo funciones religiosas.